València pos-Rita fragment III

Hay ciudades y amores. Esto será un cursilerío porque todos amamos valència-en-realidad.

Sí claro. Ay, qué bonita està València.

Hay amores de verano, y ciudades de verano. Por ejemplo, Barcelona city la ciutat més moderna -més cultural es una ciudad de verano. Tiene su sentido más ancho en verano. Valencia no es una ciudad de Verano.

Hay amores de otoño, de los que se apagan pero siguen visitándose. Claro, hay ciudades de otoño. Madrit es una ciudad de Otoño. Vas y todo parece como de película, con los museos y Lavapiés y las cosas que siguen visitándose aunque sean monumentos al centralismo y al horror de los Austrias y como han dominado el cotarro de la Península y allende los mares.

El invierno y el amor eso es de película y de chocolate caliente. De miles de Nueva York, ohmygot, nevadas y la gente paseando rápido entre librería, galería y café. Y surgió el amor, otra vez, otra vez congelados en la misma película. Estamos en invierno. Y ¿hay ciudades de invierno? Pues debe haber. Supongo, por las películas volvería a decir que Nueva York. No lo sé. Soy de València no sé que es el invierno.

Sí sé que es la primavera. València, es un amor de primavera. Una ciudad de primavera también, sino de qué les Falles y las Intifalles, y les casi falles y este gesto tan moderno de odiar les falles i marxar a Barcelona, en Ryanair o a la caseta del camp perque odie les falles. No reapropiarlas, no, sólo me voy y me purifico y dejo a los sucios que se diviertan con mi (¿mi?) ciudad. Así de primavera, de calor templat com els xics templats. València en una primavera que no s’acaba mai, o al menos no se acaba aún o ni siquiera empieza. Un letargo primaveral para unos, una alergia primaveral para otras. València, desplegándose ante mi.

Y una historia, València con burka y niqqab. Paseando la ciudad mirando la paja en el ojo ajeno; quin fàstic és el barri contrari, que pur sóc jo. València son els pobles, i els pobles sempre son festa, cultura popular i xafardeig. Fa un temps València era un infern, ara potser és una primavera i un amor.

Viriato

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